Oncología Medica - Autoexplorarse la mama no redunda en un diagnóstico precoz
El concepto actual de
diagnóstico precoz de cáncer de mama se centra en detectar el tumor
antes de que éste sea palpable, antes de que haya crecido, por lo que la autoexploración realizada por la mujer no resulta un método de anticipación diagnóstica en el sentido estricto de la palabra. Así lo cree el doctor Juan Arce, ginecólogo de la clínica Sagrada Familia. Según explica el doctor, una de cada siete u ocho mujeres puede desarrollar un cáncer de mama, lo que da una idea de la alta prevalencia de esta enfermedad.
En cualquier caso, la
autoexploración de la mama debe realizarse después del periodo menstrual, una vez finalizada la reacción hormonal del ciclo. El
pecho es un órgano muy complejo de tratar por su morfología. La fiabilidad de las
mamografías tampoco ayuda demasiado, ya que en ocasiones se obtienen falsos positivos. Incluso las pruebas pueden resultar aparentemente contradictorias. Según detalla Arce, los tumores que por tacto tienen 4 centímetros y que el radiólogo rebaja a 2 son los "peores, porque lo que se toca es la reacción del tejido circundante al tumor". En cambio, si se palpa algo móvil y el radiólogo descubre que tiene 2 centímetros, lo más probable es que se trate de una
patología benigna estilo quiste.
Además, las mamografías, al ser realizadas con rayos X, pueden resultar nocivas si se abusa de ellas. Las
ecografías no presentan este problema, pero sólo se usan como tecnología auxiliar porque sus imágenes pueden pasar por alto las microcalcificaciones, que en muchos casos son un primer aviso de algo mucho más grave. Se aconseja someterse a una mamografía a los
40 años de edad, 35 si existen antecedentes familiares.
Aunque hoy en día los tratamientos para el cáncer de mama son durísimos a causa de las técnicas agresivas aplicadas (radioterapia, quimioterapia, trasplante de médula, etc), Arce destaca que arrojan resultados espectaculares, tal y como lo acreditan sus
altísimos índices de supervivencia. En cuanto a los
fibroadenomas, Arce asegura que son tumores benignos que no se suelen extraer por el riesgo de que su extirpación estimule la aparición de otros de estos nódulos.