Una paciente habla: "Tienes que luchar por ti misma, nadie puede hacerlo por ti"

Cuando el 19 de diciembre de 2004 a Nuria Coromina le diagnosticaron un cáncer de mama pensó que todo lo demás era secundario, "sólo piensas qué puedes hacer para superarlo". Si bien afirma que cada paciente debe luchar por sí mismo, Coromina destaca el apoyo del entorno y agradece públicamente todo el cariño que le ha prestado su marido, que dejó el trabajo para estar a su lado las 24 horas del día. Coromina ha entrado tres veces en el quirófano a raíz del diagnóstico de cáncer de mama. En la primera, le dijo al cirujano que "no tuviera manías y que le quitara el pecho", pero de entrada únicamente le practicaron una tumorectomía, consistente en extirpar el punto localizado del tumor y zonas limítrofes por seguridad.

Posteriormente, tras analizarle los bordes de la zona afectada en busca de posibles células malignas, le quitaron un centímetro más de pecho. Y, finalmente, le comunicaron que se veían obligados a extirparle todo el seno, a practicarle una mastectomía, aunque antes tendría que someterse a quimioterapia. La mujer destaca la agresividad de su tumor, puesto que lo "tenía infiltrado en el riego sanguíneo".

En la actualidad, Coromina lleva una prótesis en la mama izquierda extirpada. Por ahora, por prudencia, no se plantea volver a la playa, ya que tras analizarle el ganglio centinela y ser tratada se le hinchó el brazo, lo que lo ha dejado desprotegido y un exceso de calor podría ser "perjudicial". Después de la mastectomía se sometió a radioterapia y posteriormente recibió tratamiento farmacológico ante el riesgo de sufrir una recaída.  Hace ya un año que Coromina ha vuelto al trabajo.

A sus 50 años de edad, deberá estar alerta por un periodo de 10 años. A las personas españolas que puedan estar pasando por el mal trago de su experiencia, Coromina les quiere transmitir que "tenemos mucha suerte de tener muchos medios y buenos oncólogos en España".